Hoy te quiero invitar a que hagas de tu vida
una fiesta!
No entiendo por qué al crecer tenemos una
enorme facilidad para complicar nuestra vida, siendo esta demasiado corta para
cargarla de preocupaciones innecesarias.
Usualmente pensamos que las cosas extraordinarias
son las realmente valiosas, que aquello que casi nunca vemos o que esta fuera
de nuestro alcance es lo único que tiene el poder de maravillarnos.
Alzamos la mirada al horizonte llenándonos de un
sin fin de objetivos, que abarcan el desarrollo económico, personal,
profesional y el estatus social; es así cómo poco a poco y sin darnos cuenta
vamos poniendo toda nuestra atención en un futuro incierto y a medida que esto
ocurre pasamos por alto el presente con sus bellas y simples cosas.
Al contrario, y como les he escrito anteriormente,
saben que soy un gran soñador. A lo que voy es a que debemos deleitarnos
con el camino por el que estamos cruzando y disfrutar de él mientras lo
caminamos en busca de nuestros sueños, porque…
¡Finalmente el presente es lo único que tenemos!
Pero ojo, pon mucha atención, que son
esas cosas ordinarias, las más comunes y corrientes, que están en frente
de nosotros, quienes nos muestran cada día lo mágico de la vida...
Ya que en ellas está la esencia, esa por la
que estamos en una búsqueda constante, sin darnos cuenta de que aquello
que buscamos se encuentra más acá del horizonte.
Un fuerte abrazo, y me gustaría que si tienes
tiempo, releas el texto. Que reflexiones sobre el para tu vida, que trae
un mensaje bien poderoso.
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