
Los procesos que las sociedades contemporáneas están atravesando se caracterizan por la incertidumbre, los cambios y las innovaciones; lo cual se evidencia en la crisis axiológica que se expresa en el cambio de valores ya instalados entre las generaciones que coexisten dentro de la sociedad, lo que incide en la visión del mundo, ya que el individuo cambia su marco referencial de acuerdo con lo que experimenta y le rodea.
Por estos motivos, uno de los retos que con más interés y esperanza enfrentamos es aprender a determinar y potenciar nuestros valores, ya que estos “conforman la esencia del modelo de representaciones personales, constituyen el contenido del sentido de vida y de la concepción del mundo, permiten la comprensión, la interpretación y la valoración del sujeto, y brindan la posibilidad de definir el proyecto de vida, integrado por objetivos y finalidades para la actividad social" (Gantiva, 2008).
Nuestros valores regulan nuestro comportamiento, son guías para tomar decisiones importantes en nuestras vidas y nos permiten enfocarnos en los aspectos importantes mejorando nuestra eficiencia en el ámbito personal, familiar y laboral.
Por ello, trabajemos por determinar aquello que es importante para cada uno de nosotros y propiciar la toma de consciencia de cuáles son nuestros valores e identificar de qué manera práctica y sencilla podemos lograr una vida plena vivenciándolos en nuestro que hacer diario.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario