Hazlo de una vez.
Has estado entrenando,
trabajando o practicando mucho para hacer lo que vas a hacer, ya sea saltar de
un trampolín, lanzar tu negocio o hacer esa presentación ante inversores.
Estás
más que preparado. Tienes lo que necesitas para rebasar la línea de una actuación
mediocre.
Lo has logrado, solo por
estar dispuesto a conseguirlo. Disfruta de la carrera, el viaje, el curso o el
entrenamiento. Diviértete, apoya a los que te apoyan, sonríe y empuja tu mente
para que cuando tu cuerpo diga basta, puedas continuar más allá a lo lejos.
Estimula tu cuerpo
cuando tu mente se debilite, motiva tu mente cuando tu cuerpo flaquee. Habrá
desesperación, frustración, ansiedad, miedo e incluso dolor, no hay duda. Eso
es la belleza que produce esa clase de enfrentamiento, permanecer al frente en
medio de la adversidad, qué gran oportunidad.
Eso es, lucha como el
demonio para salir del infierno. Sería más reconfortante y merecetoria que
luchar por entrar en el cielo. Éxito, realización, alegría, trabajo duro,
picardía, diversión y determinación.
Nos vemos al final del
túnel…
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